jueves, 19 de abril de 2012

Fósiles humanos canibalizados del Mirador




"El objetivo de esta estancia era presentar la metodología de trabajo empleada en el IPHES en los análisis taxonómicos, zooarqueológicos y traceológicos", comenta Andreu Ollé. "En este sentido se fijaron especialmente en la colección de fósiles humanos canibalizados de la Edad del Bronce del yacimiento del Mirador (Atapuerca), ya que los compañeros del Natural History Museum están trabajando también sobre diferentes aspectos de esta práctica", explica el propio investigador del IPHES.

Por este motivo, "realizamos varias sesiones con microscopios electrónicos del Servicio de Recursos Científicos y Técnicos de la Universitat Rovira i Virgili (URV), donde analizamos materiales óseos y líticos arqueológicos de los yacimientos de El Mirador, Gran Dolina y Galería, en Atapuerca, así como de Pakefield i Happisburgh, en

Inglaterra. El análisis de materiales arqueológicos se completó con la de piezas experimentales, es decir, réplicas de objetos arqueológicos y restos faunísticos procedentes de experimentos de carnicería llevados a cabo en el IPHES y que se utilizan como patrones de referencia.

"Se ha visto que todas las técnicas de microscopía son complementarias. Es decir, la gran capacidad de aumentos y de resolución de imagen de los microscopios electrónicos se redondea con unas maravillosas prestaciones en cuanto a análisis de texturas, de perfiles y de reconstrucción 3D de los otros aparatos", comenta Andreu Ollé. "La principal conclusión que podemos extraer -puntualiza-, provisionalmente, es pues que el estudio de este tipo de objetos requiere del conocimiento y del uso combinado de diferentes aparatos de microscopía".

Durante los pasados días se ha llevado a cabo la última acción de este proyecto, en la Universidad de Bradford. Del 16 al 25 de enero, Andreu Ollé, Josep Maria Vergès, Palmira Saladié y Antonio Rodríguez realizaron una estancia específicamente dirigida al análisis simultáneo de muestras diversas con el microscopio electrónico ambiental y con el confocal, con el fin de avanzar con la comparación de su resolución.

Los yacimientos de Atapuerca, en un proyecto internacional sobre técnicas de microscopía


El objetivo es evaluar la resolución de diferentes técnicas para mejorar los protocolos de análisis en el estudio de fósiles prehistóricos
 Los yacimientos de Atapuerca forman parte de un proyecto internacional liderado por el Instituto Catalán de Paleoecologia Humana y Evolución Social (IPHES) sobre las técnicas de microscopía utilizadas para estudiar la superficie de herramientas de piedra y otros fósiles prehistóricos. El fin del proyecto, que se lleva a cabo en red con equipos de Inglaterra como el Natural History Museum, el British Museum, el University College of London y la University of Bradford, es evaluar su resolución, ver cómo se pueden complementar y mejorar los procedimientos de estudio.

El análisis microscópico se centra en objetos arqueológicos que pueden aportar información sobre procesos básicos para conocer las estrategias de subsistencia de las comunidades humanas prehistóricas, como son la utilización de los instrumentos líticos y el procesamiento de los recursos alimenticios de origen animal. "De esta manera.

podemos saber con más exactitud, por ejemplo, cómo usaban estas herramientas, qué animales procesaban, como lo hacían, etc", apunta Andreu Ollé, investigador del IPHES que coordina este proyecto.

Los sistemas de microscopía que se comparan son: el SEM (Microscopio Electrónico de Rasteig), el ESEM (Microscopio Electrónico de Barrido Ambiental), el LSCM (Microscopio confocal de barrido láser) y un el Alicona 3D Infinite Focus imaging microscope. En este marco, del 28 de noviembre al 2 de diciembre del pasado año tres miembros de las instituciones inglesas se acercaron hasta el IPHES, en Tarragona, Silvia Bello, antropóloga del Natural Histoy Museum; Simon Parfitt, paleontólogo del Natural History Museum y del University College of London, y Adrian Evans, traceólogo de la University of Bradford.

Microfauna en Atapuerca.


El lavado de sedimentos para la recuperación de la microfauna de Atapuerca, es decir los diminutos fósiles de mamíferos, anfibios, aves, reptiles y peces de los yacimientos de Atapuerca empezó como cada año el primero de julio de 2011.


En la campaña de este año hemos empezado a lavar-tamizar sedimentos del nivel más alto de Gran Dolina 5 (TD5). Interesante el cambio con respecto a la base de Gran Dolina 6 (TD6) pues hay un notable incremento de anfibios, Bufo calamita especialmente (el sapo más común en todos los yacimientos de Atapuerca, ver las publicaciones de Blain et al., 2008 y Cuenca-Bescós et al., 2010), peces, un topillo con raíces, Pliomys, y el mamífero más importante de la bioestratigrafía del Pleistoceno, Mimomys savini, un arvicolino de gran tamaño del cual hemos hablado largamente en nuestra última publicación sobre la sistemática de los topillos de Atapuerca (Cuenca-Bescós et al., 2011). También hemos obtenido en TD5 abundantes restos fósiles de Marmota. Recordar que en las campañas anteriores, el micromamífero más abundante de TD6 era la nueva especie de musaraña gigante definida en Gran Dolina, Dolinasorex glyphodon (Rofes y Cuenca-Bescós, 2009).

En Gran Dolina 10 (TD10) se ha terminado de excavar la “manta” de TD10-2 y hemos empezado a lavar los sedimentos que se encuentran por debajo con un notable incremento de microfauna (de la manta prácticamente solo obteníamos fragmentos de huesos de los grandes bóvidos que constituían la mayoría de los restos de grandes mamíferos fósiles), especialmente hámsters (Allocricetus bursae), topillos (Microtus, Terricola) y Marmota.

Empezamos a lavar también el sedimento fosilífero del yacimiento de Trinchera Galería (TG). De momento observamos abundantes hámsters y topillos.
Del yacimiento de Estatuas, también se han encontrado incisivos de Marmota durante el lavado. En el yacimiento de los niveles inferiores del la Sima del Elefante (TELRU) siguen encontrándose Allophaiomys y la recién definida especie de rata de agua (the new large arvicoline) primitiva Arvicola jacobaeus.
Como veis, aunque aún nos queda la segunda quincena de excavación, este año podríamos llamar a la campaña de Atapuerca río, el año de la marmota.


Agradecemos a todos los que forman el equipo Atapuerca río 2011, los alumnos de la licenciatura y del máster de Geología de la Universidad de Zaragoza, Arvidas, María José, Pablo, y los que ya han presentado sus tesis doctorales sobre los microfósiles de Atapuerca: Juan, Juanma y Hugues-Alexandre (Hugo). Algunos están todavía con sus tesis como Iván y otros son los estudiantes y especialistas de la divulgación como Mila y Carolina de las demás universidades que participan en el proyecto de Atapuerca, y que este año lo han sido de Alcalá de Henares, Complutense de Madrid (ISCIII), Tarragona, Barcelona y Burgos. Este año hemos tenido también a un peregrino, Franco Santiago (the campguardian), que nos ayudó a cuidar los materiales de Ata rio 2011 durante unos días. El ayuntamiento de Ibeas junto con la Fundación de Atapuerca (gracias Toni y Fortu) nos ha puesto ya por fin un guardían definitivo.

Atapuerca completa la mayor red de divulgación de la prehistoria del mundo



Los yacimientos de Atapuerca, declarados Patrimonio de la Humanidad, cuentan desde hoy con la mayor red de divulgación de la prehistoria del mundo, con la incorporación de un nuevo centro de recepción de visitantes en Ibeas de Juarros, en el acceso a los yacimientos.
La consejera de Cultura de la Junta de Castilla y León, Alicia García, ha explicado que se trata de una red formada por los propios yacimientos; el parque arqueológico y el centro de recepción de visitantes de la localidad de Atapuerca, inaugurado el año pasado; el Museo de la Evolución Humana, en la capital burgalesa; y el centro inaugurado hoy en Ibeas de Juarros.
Alicia García ha afirmado que con la inauguración del nuevo centro de recepción, que ha costado a la Junta de Castilla y León cinco millones de euros, se cierra una etapa en la que se han ido abriendo progresivamente nuevas infraestructuras, por lo que ahora el objetivo es aprovechar al máximo estos recursos.
Ha destacado el esfuerzo que ha realizado la Junta de Castilla y León para poner en funcionamiento de manera "secuencial y programada" en menos de diez años, de forma paralela al creciente interés que ha ido despertando en la sociedad Atapuerca.
En este sentido, ha precisado que el objetivo es convertir al "espacio cultural de Atapuerca" en un modelo de desarrollo sostenible y de generación de empleo vinculado al territorio, la cultura y el medio ambiente.
La consejera ha asegurado que los dos centros de recepción instalados en las localidades más próximas a los yacimientos serán "complementarios".
Mientras el de Atapuerca, que costó cerca de 4 millones de euros, está centrado en los valores medioambientales y los vestigios culturales más recientes, el de Ibeas de Juarros está más orientado a la difusión de los conocimientos científicos de los yacimientos paleoantropológicos de los yacimientos.
El centro inaugurado hoy cuenta con una superficie construida de 2.300 metros cuadrados, con un aparcamiento que prácticamente alcanza el mismo tamaño.
La consejera ha explicado que todo el sistema Atapuerca persigue plantear a los visitantes una oferta con programación divulgativa y didáctica complementaria que busca convertirse en referente del llamado "turismo familiar".
En este sentido, ha insistido en que se trata de que se cree una asociación de "Burgos y evolución" y que los visitantes se vean atraídos por toda la oferta, porque "los turistas ya no buscan destinos sino experiencias".
Como muestra del creciente atractivo de Atapuerca, la consejera ha afirmado que ya se han completado las reservas de visitas a los yacimientos para el viernes y el sábado de la Semana Santa y que el sistema Atapuerca recibirá unos 5.000 visitas durante estos días festivos, lo que supone el doble que en el puente de San José en marzo.

De 800.000 a.C. 30.000. a.C.


Atapuerca es un yacimiento prehistórico situado en la sierra de Atapuerca (Burgos), famoso por la abundancia y diversidad de restos descubiertos desde 1970. En Atapuerca se localizan ocupaciones pertenecientes a diversos períodos, y se han encontrado fósiles humanos de tres de las especies que habrían habitado el lugar en la prehistoria.
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La especie más antigua, con una cronología de unos 800.000 años, es el Homo antecessor. Sus restos se descubrieron en 1994 en el yacimiento de la Gran Dolina, y se encontraron más piezas en 2003. El conjunto de fósiles incluye costillas, clavículas, huesos de las manos y de los pies, algunas vértebras, un fémur, un radio, dos rótulas y numerosos huesos craneales. Respecto al cráneo, el esqueleto facial muestra una forma muy moderna, parecida a la del hombre actual. En particular, la parte media de la cara tiene unas características que lo relacionan con el Homo sapiens. Se cree que la estatura media del Homo antecessor era de 1, 60 metros, y su constitución, ligera. El origen de este homínido se debe buscar en África, ya que se considera el antepasado del Homo sapiens, que surgió también en este continente.
El Homo heidelbergensis apareció en Atapuerca en el yacimiento de la Sima de los Huesos y en la trinchera Galería. El conjunto de la Sima de los Huesos, con treinta y tres individuos y más de 3.000 huesos, constituye el 95 % del registro fósil de estos homínidos. Esta especie, descendiente del Homo antecessor, vivió en Europa desde hace 450.000 años hasta hace unos 250.000 años; era robusto y tenía una altura media de 1, 65 metros.
En marzo de 2004, los investigadores de Atapuerca anunciaron que también habían encontrado restos fósiles del Homo neanderthalensis, datados en 30.000 años de antigüedad, con lo que se completaba la secuencia de la evolución cultural de los homínidos. El descubrimiento se realizó en la zona conocida como valle de las Orquídeas, un yacimiento menor que empezó a excavarse en el año 2000.

El parque arqueológico de Atapuerca celebra su X Aniversario con una jornada de puertas abiertas


 El Parque Arqueológico, situado en el pueblo burgalés de Atapuerca, cumple diez años desde su apertura por la Junta de Castilla y León como recreación de un poblado prehistórico que sirve de complemento didáctico a la visita a los Yacimientos. Para celebrarlo, abrirá sus puertas de forma gratuita el próximo domingo 23 de octubre, de 10.00 a 18.00 horas, y las familias y personas que se acerquen al parque podrán participar en exhibiciones que realizarán destacados especialistas en arqueología experimental.
Así, se hará una demostración de fundición de cobre para fabricar hachas, un curtido de pieles y un taller de alfarería. Asimismo, se enseñará a los visitantes a fabricar cestos y escriños y se llevarán a cabo talleres de piedra, fuego, arte rupestre y construcción de cabañas por el Equipo de Didáctica de SierrActiva.
Todas estas actividades se desarrollarán de forma simultánea y los participantes podrán llevarse a casa todos aquellos materiales que fabriquen. La diversidad de actividades responde a la voluntad de que todos los públicos puedan participar de forma individual o colectiva.
Desde su apertura, el Parque Arqueológico de Atapuerca ha recibido la visita de centenares de miles de personas, por lo que se ha convertido en un elemento imprescindible de la oferta turística y cultural del Sistema Atapuerca.
Actualmente la gestión didáctica de sus visitantes se desarrolla por la Fundación Atapuerca, que también colabora en la conmemoración. Se trata de un espacio que invita a la participación colectiva y resulta muy atractivo para grupos familiares o de amigos y, en general, para las personas con ganas de aprender, probar, comunicarse y compartir experiencias.
En este espacio tienen la oportunidad de hacer preguntas, intercambiar comentarios, realizar actividades y conocer más sobre cómo vivían nuestros antepasados prehistóricos.
Cada trimestre el equipo de guías se centra en la realización de una actividad de arqueología experimental, que suele realizarse con la ayuda de un experto y tiene la función de formar a los guías y de generar recursos. Además, el parque ha sido escenario de importantes eventos como el VII Cross de Atapuerca.

Varios linajes humanos



El trabajo señala asimismo que otra posibilidad es que los homínidos de la Sima de los Huesos estén relacionados con los neandertales, pero representen en realidad un linaje diferente. Las condiciones de aislamiento climático habrían favorecido procesos como la deriva genética, provocando que los homínidos de Atapuerca hubiesen evolucionado hacia otro linaje cuya variabilidad morfológica no encaja con la de los demás especímenes del Pleistoceno Europeo.
Según el estudio, en el que también han participado los investigadores Aida Gómez Robles, Leyre Prado Simón y Juan Luis Arsuaga, cabe la posibilidad de que durante el Pleistoceno Medio en Europa, hubieran coexistido varios linajes humanos diferentes, lo que obligaría a redefinir la especie de H. heidelbergensis.

Los homínidos de Atapuerca podrían ser una especie "hermana" de los neandertales


Un estudio de los más de 500 dientes fósiles del yacimiento de la Sima de los Huesos de la Sierra de Atapuerca, publicado en la revista Journal of Human Evolution por científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, revela que los homínidos hallados en el yacimiento burgalés podrían ser una especie diferente pero próxima al Homo neanderthalensis.
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Algunos ejemplares de los dientes encontrados en la Sima de los Huesos de Atapuerca. Imagen: CENIEH
El Grupo de Antropología Dental delCentro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) ha publicado un estudio detallado de los más de 500 dientes fósiles hallados en la Sima de los Huesos de la Sierra de Atapuerca. Este estudio revela que los homínidos hallados en este yacimiento burgalés podrían representar una especie ‘hermana’ de los neandertales, aunque diferente a éstos.
El estudio Morphological description and comparison of the dental remains from Atapuerca-Sima de los Huesos site (Spain), liderado por los investigadores del CENIEH, María Martinón-Torres y José María Bermúdez de Castro, publicado en la revista Journal of Human Evolution, afirma que a pesar de su antigüedad, en torno al medio millón de años, la morfología de los dientes de la Sima de los Huesos es completamente neandertal, incluso, como afirma María Martinón Torres "más neandertal", que la de algunas poblaciones clásicas de Homo neanderthalensis del Pleistoceno Superior.
Según José María Bermúdez de Castro, hasta ahora, la idea generalizada de la comunidad científica es que las poblaciones que habitaron Europa durante el Pleistoceno Medio, generalmente asignadas a la especie Homo heidelbergensis, eran antecesoras directas deHomo neanderthalensis, y que debido a las duras condiciones glaciares de Europa en este periodo, estos homínidos habrían evolucionado en aislamiento, acumulando de forma progresiva características típicamente neandertales a través de frecuentes cuellos de botella y extinciones locales.
En este esquema, acuñado técnicamente como "proceso de acreción", las poblaciones más antiguas serían menosneandertales que las poblaciones más recientes. Sin embargo, el hecho de que una población tan antigua como la de la Sima de los Huesos presente morfologías tan neandertales obliga a considerar otros escenarios evolutivos. "Podría ser que la población de la Sima de los Huesos represente la madre de todos los neandertales y que por un cuello de botella, a partir de este grupo, y no de otras poblaciones del Pleistoceno Medio, haya surgido la especie H. neanderthalensis", señala Martinón Torre.

Descubrimientos mas importantes.


1992. Cráneo de ‘Homo heidelbergensis’


En 1992, en la Sima de los Huesos, se halló el cráneo de ‘Homo heidelbergensis’ más completo del registro fósil mundial. Su datación está en torno al medio millón de años. Miguel Indurain iba ese verano camino de su segundo Tour de Francia y los paleontólogos bautizaron al fósil como ‘Miguelón’. En 1993 se encontró la mandíbula del mismo individuo. En la Sima de los Huesos se han descubierto cerca de 5.000 fósiles pertenecientes a 30 individuos de ‘heidelbergensis’. Estos restos humanos representan el 90% de los disponibles del Pleistoceno Medio en todo el mundo.

1994. Aparece el primer ‘Homo antecessor’

Hasta la aparición de los primeros fósiles de ‘Homo antecessor’ en el yacimiento de la Gran Dolina se creía que los humanos no habían llegado a Europa hasta hace alrededor de 500.000 años. Los más de 80 nuevos fósiles encontrados retrasaron el límite hasta los 800.000 años.

1998. Excálibur, muestra de antiguas creencias

La gran acumulación de humanos en la Sima de los Huesos es un enigma. Una de las explicaciones más aceptadas es que fueron arrojados allí por sus congéneres. La hipótesis cobró fuerza con el hallazgo en 1998 de ‘Excálibur’, un bifaz realizado en cuarcita de color rojo de gran calidad. Se interpreta como prueba de una creencia compartida por todo el grupo. Con 500.000 años, sería el comportamiento simbólico más antiguo conocido.

2007. La mandíbula del primer europeo

En el verano del año pasado, en la Sima del Elefante, se descubrió un premolar de un humano joven cuya antigüedad se estimó en 1,2 millones de años. Pocas horas después, los arqueólogos desenterraban una mandíbula que aún conservaba varios dientes y en la que encajaba el premolar encontrado. Los huesos, a falta de nuevos descubrimientos que lo confirmen, se han atribuido a un ‘Homo antecessor’. Se trataría del humano más antiguo de Europa.

Preguntas pendientes




Mientras trabajan para desenredar poco a poco la maraña de piedras y barro en la que está escrita la historia de los primeros humanos europeos, los investigadores se hacen preguntas en torno a los datos que ya tienen.

Uno de los lugares más enigmáticos de los yacimientos de Atapuerca es la Gran Dolina. En este lugar se han encontrado los restos de 11 individuos, casi todos niños y niñas de corta edad, que fueron devorados por sus congéneres. Las marcas en sus huesos muestran que fueron destazados con habilidad para servir como alimento.

“¿Qué sentido tiene que practicasen el canibalismo si, como se ve por los abundantes restos de otros animales encontrados en el mismo nivel, la despensa estaba llena en esa época del Pleistoceno? ¿Por qué los individuos que se han encontrado son tan jóvenes?”, se pregunta Martinón-Torres.

Responder a estas preguntas no será sencillo, pero hallazgos como el del bifaz Excálibur pueden ayudar a completar el rompecabezas. La pieza hace creer a los paleoantropólogos que la acumulación de cadáveres canibalizados podría haber tenido algún tipo de intención simbólica.

Uno de los próximos objetivos de quienes trabajan en Atapuerca –cuyo cumplimiento dependerá, en parte, de la suerte– es dar un contexto a la mandíbula humana de 1,2 millones de años de antigüedad encontrada el año pasado en la Sima del Elefante. Esto permitiría saber con mayor seguridad si realmente perteneció a un Homo antecessor. Cuenta el codirector de Atapuerca que “muchas de las personas que pasan por los yacimientos se enganchan y regresan todos los años”. Es posible que debido a la excitación latente tras la búsqueda de los orígenes de la especie humana.

El paleontólogo dice que los preciados hallazgos de nuevos fósiles son vividos por quienes trabajan allí como una borrachera colectiva. En uno de sus primeros descubrimientos asegura que lloró como un niño.

No obstante, la arqueología no siempre es tan sublime. “Cuando llegué por primera vez a Atapuerca, me pusieron un fósil entre las piedras para ver si lo reconocía y lo tiré como si fuese una roca más”, cuenta Bermúdez. Ese verano se lo pasó trabajando con una herramienta que sus mentores consideraron con sorna “más adecuada para sus habilidades”: un martillo neumático.

Con herramientas más o menos sutiles, pero sobre todo con sus manos, trabajan estos días en Atapuerca decenas de personas; comparten la ilusión de encontrar una nueva pieza del gran puzzle de la evolución de la especie humana.

Diez centímetros al año



Para toparse con los vestigios que dejaron los primeros habitantes humanos de Europa, los arqueólogos pasan seis horas al día (de nueve a tres) encorvados sobre la arcilla que los conserva.

La tarea es tan minuciosa que en el mes y medio que dura la campaña de excavaciones es posible que sólo se retiren unos 10 centímetros de terreno. El trabajo es más bien rudimentario, pero, como los seres que buscan, también ha evolucionado con el tiempo.

Mientras arañan la tierra con minuciosidad y paciencia y recogen restos del suelo, para estudiar la geología de los yacimientos, toman a cada momento anotaciones con sus PDA (ordenador de bolsillo) sobre lo que van encontrando; todos esos datos se guardan directamente en un archivo informático común.

“Cuando excavamos, lo que estamos haciendo es destruir el yacimiento”, explica María Martinón-Torres, una de las investigadoras que trabajan en el proyecto de Atapuerca. “Por eso tratamos de guardar toda la información posible, para después poder reconstruirlo”, precisa.

Queremos salir de la prehistoria de la excavación”, añade Bermúdez de Castro. El codirector señala que las nuevas tecnologías están haciendo más eficiente el trabajo de los arqueólogos.

“Antes se perdía mucho tiempo en dibujar y en tomar los datos. Un 70% del tiempo se dedicaba a estas labores y un 30% a excavar”, dice. Ahora, la tecnología puede invertir esos guarismos.

Los avances tecnológicos también han permitido cambiar otros aspectos del trabajo de los paleoantropólogos. Un ejemplo son las recreaciones digitales de los fósiles realizadas tras su descubrimiento. Estas imágenes virtuales son las que servirán realmente para el estudio; la pieza original se guardará y rara vez volverá a ser manipulada.

El homo antecessor cazaba animales y hombres.

El homo antecessor practicó el "canibalismo gastronómico" de "forma habitual" hace unos 800.000 años en Atapuerca (Burgos), lo que supone el caso de "canibalismo cultural" más antiguo conocido hasta el momento

Así lo ha explicado en declaraciones a Efe Isabel Cáceres, miembro del equipo de investigación, quien ha precisado que los nuevos datos confirman que esta especie "igual cazaba hombres que cazaba animales".

Estos datos se revelan en la revista científica "Current Anthropology" en el artículo "Cultural Cannibalism as Paleoeconomic System in the European Lower Pleistocene", firmado por varios miembros del equipo de investigación, entre ellos Eudald Carbonell, Isabel Cáceres, Marina Lozano, Palmira Saladié, Jordi Rosell, Carlos Lorenzo, Josep Vallverdú, Rosa Huguet, Antoni Canals y José Maria Bermúdez de Castro.

Durante las campañas arqueológicas desarrolladas en Atapuerca entre 1994 y 1996, se hallaron restos humanos en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina de la especie Homo antecessor, y el equipo científico detectó evidencias de canibalismo.

Hasta ahora, según esta científica, la cuestión pendiente era saber si se trataba de un hecho puntual o de una práctica frecuente.

Una nueva investigación, que ha tenido también en cuenta nuevos fósiles obtenidos a partir del verano de 2003 en el mismo yacimiento constata que fue una práctica habitual.

Según Cáceres, "el análisis de los restos craneales y postcraneales de Homo antecesor, ha permitido identificar diversas marcas de corte y fracturación de huesos relacionadas con el consumo de los individuos allí localizados".

La misma investigadora ha puntualizado que dichos fósiles no muestran una distribución específica, ya que aparecieron mezclados con instrumentos líticos y huesos de otros animales, como ciervos, caballos o rinocerontes.

Ambos tipos de restos, humanos y no humanos, "constatan modelos de aprovechamiento y patrones de carnicería similares, por parte de Homo antecessor".

"Estos datos sugieren que las estrategias de caza y el consumo de carne humana eran frecuentes y habituales". ha asegurado.

Según la investigación realizada las numerosas evidencias de canibalismo, el número de individuos estudiados,un total de 11, su perfil de edad, mayoritariamente infantiles y juveniles, y la distribución arqueoestratigráfica indican que el canibalismo fue nutricional", puntualiza.

La antropofagia, pues, debía estar aceptada e incluida en su sistema social, ya que no se trató de un evento puntual, ha recalcado Cáceres que opina que "nos encontramos ante el caso de canibalismo cultural más antiguo conocido hasta el momento", aunque queda por saber si se comieron entre miembros de una misma especie o eran dos distintas especies.

Cáceres ha señalado que el canibalismo es una práctica que se ha constatado en múltiples especies de Homo y ha mencionado, por ejemplo, al Homo Neandertal o el Sapiens, "sin olvidarnos de que en algunos grupos sociales se sigue practicando como un ritual".

FOTOS



















Anfibios en atapuerca.


El balance ha sido recogido en un artículo, publicado en la revista Geobios, cuyo autor principal esHugues-Alexandre Blain, investigador del Instituto de Prehistoria IPHES de Cataluña.
Se trata de un nivel en la Sima del Elefante que se caracteriza por la gran abundancia de restos, en el que se han contabilizado en estas campañas 784 elementos correspondientes como mínimo a 77 especímenes de anfibios y reptiles que debieron vivir en esta sierra burgalesa hace unos300.000 años.
Entre ellos, se han localizado restos de un tritón palmeado, también de hace 300.000 años, con lo que es el más antiguo hallado en la Península ibérica.
Entre los 77 especímenes hay también una salamandra, ocho ranas y sapos, una tortuga terrestre, tres lagartos y cuatro serpientes.
"En su conjunto esta asociación representa hasta la fecha la mayor diversidad encontrada en un nivel de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca", asegura en su artículo Hugues-Alexandre Blain.
Esta asociación de anfibios y reptiles sugiere un clima un poco más cálido que el actual y un paisaje probablemente compuesto por un bosque-galería alrededor de un curso de agua.
Con la excepción de las tortugas, todas las especies representadas viven aún en la provincia de Burgos y, por lo tanto, entonces ya tenían un aspecto moderno.
De hecho el científico estima que los especímenes encontrados se corresponden al 64 por ciento con las especies que viven actualmente en los alrededores de la sierra de Atapuerca, concretamente con un grado de coincidencia del 81 por ciento de los anfibios y el 47 por ciento de los reptiles. EFE


Científicos internacionales resaltan la importancia de Atapuerca



Vista de varios fragmentos de un nuevo cráneo de un homínido que vivió en la sierra de Atapuerca hace unos 500.000 años y que fue presentado hoy por los investigadores de los yacimientos arqueológicos de Atapuerca. 

Los científicos expertos en evolución humana que asisten al Seminario Internacional sobre Paleoecología Humana, que se celebra en Burgos, han quedado "sorprendidos" por la extensión y calidad de los yacimientos de Atapuerca, donde se han encontrado miles de restos fósiles de las especies Heidelbergensis y Antecessor.
EFE Susan C. Anton, antropóloga de la Universidad de Nueva York y editora de la revista científica Journal Human Evolution, ha calificado los yacimientos como "magníficos" por su extensión y por la calidad de los restos fósiles encontrados.

Con motivo de la visita realizada en la jornada de ayer a la Sierra de Atapuerca, la científica norteamericana ha resaltado que este complejo de yacimientos garantiza grandes posibilidades de investigación y trabajo para varias generaciones de científicos.

En parecidos términos se ha pronunciado William R. Leonard, profesor de Antropología de la Universidad de Northwestern, en Illinois, quien ha señalado que se ha quedado "muy impresionado" por la magnitud de los yacimientos y el equipo científico que trabaja en los mismos.

En su opinión, se trata de un complejo de yacimientos de enorme potencial científico que garantiza resultados muy importantes sobre las características de las poblaciones que habitaron en la Sierra de Atapuerca.

La profesora Susana C. Anton ha planteado en este encuentro científico que la cooperación entre grupos de homínidos de la misma especie se produjo cuando los cambios climáticos hicieron más dificultoso acceder a los alimentos.

En su opinión aquellos homínidos que colaboraron tuvieron éxito en la supervivencia frente a quienes permanecieron aislados.

Esta científica trabaja con un programa informático especialmente diseñado para con datos sobre localizaciones de posibles fuentes e alimentos, y avanzar en la investigación sobre la cooperación entre grupos de homínidos.

Por su parte el profesor William R. Leonard ha explicado que investiga grupos humanos actuales en el ártico para comprobar su gasto energético en condiciones climáticas adversas y conocer mejor con ello el gasto energético de los homínidos en condiciones extremas similares.

Un parto difícil



La comparación del conducto pélvico del heidelbergensis con el de otras pelvis humanas fósiles de sexo femenino halladas en otros yacimientos también aporta conclusiones no menos desdeñables.
Los resultados indican que las mujeres de estos humanos extintos sufrían presiones obstétricas que las sometían a partos difíciles, tal y como les ocurre a las mujeres actuales. La pelvis del heidelbergensis es, en cualquier caso, mucho mayor que la de los seres humanos.

Los homínidos de Atapuerca cuidaban de sus mayores


Pesaba 90 kilos de músculo y medía más de 1,70, muy alto para la época. Pero bajo su apariencia robusta se escondían los achaques de la edad. Padecía enfermedades degenerativas que limitaban sus movimientos y que lo obligaban a adoptar una posición encorvada y a usar un báculo. Con algo más de 45 años años era un viejo que necesitaba la ayuda de sus congéneres para sobrevivir. Y estos se la ofrecieron en lo que supone el primer indicio de cuidado social dispensado por una población prehistórica a los mayores del grupo.
A estas conclusiones se ha llegado tras el análisis de una pelvis de más de medio millón de años hallada en la Sima de los Huesos, en la sierra de Atapuerca, en 1999, y que hoy se presentan en la revista científica PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences of de United States of America) . La misma pelvis fue objeto de otra investigación publicada hace años en Nature , en la que se demostraba que el Homo heidelbergensis, un antepasado del neandertal al que pertenecía el citado hueso, era mucho más alto y corpulento de lo que previamente se había sospechado. Ahora también queda desvelada la humanidad de estos grupos primitivos.
Tras varios estudios llevados a cabo, los científicos pudieron determinar que el ejemplar estudiado correspondía a un individuo mucho mayor y achacoso de lo que se presuponía. «Era mayor y estaba mayor, creemos que tenía más de 45 años, pero incluso es seguro que tuviera más de cincuenta años», apunta Bonmatí, quien señala que, a partir de los nuevos datos, se plantea la hipótesis de que el anciano fuera ayudado por los demás miembros del grupo.
«Tenía -apunta el experto- ciertas patologías que reducían su movilidad y, por lo tanto, necesitaba del cuidado de otros individuos para cazar o para moverse al mismo ritmo que los demás».
A partir de ahí se intuye que el grupo nómada al que pertenecía tendría una «especial atención con sus mayores».

Museo de atapuerca



Museo de la Evolución Humana en la ciudad de Burgos. Esta nueva institución cultural está dedicada a los hallazgos paleontológicos encontrados muy cerca de esta ciudad, en el sitio de Atapuerca.
En el museo encontraremos una amplia colección que nos llevará hasta el principio de los tiempos del hombre en la Tierra para explicarnos los orígenes y el desarrollo de la humanidad. Entre otros muchos elementos podremos ver la reproducción de los diez homínidos más representativos de nuestra especie.
A escasa media hora de viaje desde la ciudad de Burgos se encuentra uno de los grandes citios paleontológicos del mundo, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
En una sierra apenas adivinada en esta zona triguera de Burgos, vivieron hace miles de años nuestros antepasados. Las huellas de su paso por aquí, sus vidas, utensilios y costumbres, han llegado a nosotros en forma de excepcionales hallazgos arqueológicos y paleontológicos.
Entre las muestras fósiles, destacan tres especies distintas de homínidos: Homo antecessor, Homo heidelbergensis y Homo sapiens.
Las investigaciones siguen, los hallazgos se multiplican. Si eres un viajero curioso hasta puedes participar en un campamento para ayudar en las tareas.
Hoy se inaugura un espacio cultural, para llevar al público visitante a aquellos tiempos en que nuestros ancestros comenzaban a escribir sin saberlo, nuestra propia historia.
Desde mañana y hasta el 25 de julio, el Museo de la Evolución Humana tendrá jornadas de puertas abiertas para todos aquellos que pasen a conocerle. El museo abre de martes a viernes de 10.30 a 14.30 hs y de 16.30 a 20.30 hs, los sábados y domingos de 10 a 20 hs y cierra los lunes.
La entrada general cuesta 6 euros, los menores de 8 años entran gratis. Y hay una entrada combinada con la visita de los yacimientos (imprescindible, creo yo) por 10 euros incluyendo el transporte, y una más amplia que abarca también el parque arqueológico por 14 euros (hay precios reducidos para estudiantes, grupos concertados, jóvenes entre 8 y 16 años y familias numerosas)

Video

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La lactancia en atapuerca.


José María Bermúdez de Castro, director del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana y codirector del equipo científico de Atapuerca, ha realizado recientemente unas declaraciones en las que aboga por la lactancia prolongada hablando sobre la lactancia en Atapuerca.
El científico, en la presentación del Seminario Internacional sobre Paleoecología Humana, explicó que han encontrado pruebas de que la lactancia era, en Atapuerca, de una duración de 4 años y que eso era muy importante para la supervivencia de los niños y la salud de los adultos.
La lactancia humana, en su opinión, es de una duración natural de entre 3 y 7 años, y que se trata de un recurso evolutivo adaptado a las necesidades de los niños humanos, por lo que considera un error despreciar este recurso natural de salud y alimentación tan bien diseñado.
En mi opinión, que no difiere en en fondo de lo afirmado por el Dr. Bermúdez, la lactancia humana es además de un hecho evolutivo, un acto profundamente cultural, y en cada época y lugar se ve afectada en su duración por variables no solo alimenticias, sino también sociales, económicas y también, incluso, religiosas.
Afortunadamente los niños de las sociedades actuales más desarrolladas disponen de alimento seguro y medicamentos que hacen que la interrupción de la lactancia no sea un hecho de tanta trascendencia vital.
Posiblemente, cuando no existe una seguridad en el aporte alimentario, como bien sucedería en la Prehistoria, dar de mamar era una garantía indiscutible para la supervivencia de los niños.
Sin embargo, la Naturaleza ha proporcionado al ser humano una leche adecuada perfectamente a las necesidades nutricionales de los bebés y los niños hasta la edad de destete, por lo que, a pesar de las condiciones de nuestras sociedades, descartarla como redundante es una tendencia que seria beneficioso revertir.
La duración de la lactancia en Atapuerca es un dato de interés sobre todo antropológico, pero del que podemos extraer una información interesante para la época actual.