viernes, 1 de junio de 2012

mas vida en Atapuerca


Hace 400. 000 años un grupo de homínidos se despierta antes de que la luz del día cubra el valle del Arlanzón. La mañana es fresca en la ladera sur de la Sierra de Atapuerca. Un arroyo cercano les proporciona agua para beber. Deben darse prisa. Es una hora apta para cazar algún herbívoro todavía adormilado: cápridos, cérvidos, équidos y bóvidos constituyen su principal dieta cárnica. El grupo se fragmenta: varios irán en busca de carne, otros irán a los árboles frutales y al campo con tubérculos.

Los utensilios de piedra con los que cazar-recolectar están casi preparados, sólo hay que adecuarlos con unos golpes a las tareas concretas a realizar. La caza se realiza entre varios miembros del grupo, y se dirige sobre todo a individuos jóvenes. Posiblemente no tengan éxito, y tendrán que conformarse con algún conejo, erizos o puercoespines, o pasar el día a base de frutos. Todo el grupo sabe qué hacer en cada momento, por lo tanto la dispersión de cada uno de los homínidos es siempre relativa. La aglutinación para compartir el alimento, fabricar herramientas, educar a los jóvenes y defenderse son la base de su organización. No hay acumulación de excedentes: se come lo que se tiene y se abandona lo que pesa o se pudre. No hay división sexual, sólo las limitaciones físicas por edad, capacidad o enfermedad marcan los distintos papeles dentro del grupo.

Instantes gloriosos


En las localizaciones solemos encontrar simplemente algunos restos de instrumentos en piedra o algunas cerámicas. No son sitios excepcionales per se, pero cuando se ponen en relación con otras localizaciones o con los yacimientos descubiertos cobran todo su valor. Son esos instantes poco gloriosos de nuestra existencia, pero absolutamente imprescindibles: el ir a por agua, buscar la caza, preparar un utensilio, arrojar basura, preparar la comida... es la cotidianidad de los homínodos en estado puro.

Los yacimientos son los lugares donde buscan la materia prima y la trabajan, los sitios y espacios donde cazan, donde se reunen para comer o refugiarse de las lluvias o el sol, los terrenos donde trabajan la tierra o estabulan el ganado, los lugares donde entierran a sus muertos. Hay yacimientos de pequeño y de gran tamaño, indicándonos la complejidad de las actividades realizadas y el tamaño del grupo que ocupó dicho espacio.




miércoles, 30 de mayo de 2012

Nuevas cavidades en Atapuerca podrían contener "fósiles de la misma cronología que su entorno"


Los trabajos preliminares que está desarrollando la Consejería de Cultura para la construcción de un almacén auxiliar destinado a las excavaciones de Atapuerca han dejado a la luz un pequeño conjunto de entradas de cavidades y algunas grietas que podrían constituir una nueva fuente de conocimiento para los investigadores que trabajan en estos yacimientos burgaleses.
Los únicos datos que se conocen hasta el momento es que se ha identificado una boca de cueva tipo sima, de desarrollo vertical y forma circular con unas dimensiones aproximadas de 70 por 90 centímetros.
"Aunque es difícil determinar la profundidad y medidas exactas de la cavidad, las dimensiones de las entradas hacen intuir que su tamaño es considerable", apunta Ana Isabel Ortega. A esta cueva tipo sima, se suman otras dos bocas rellenas por sedimentos de margas resedimentadas (la oriental) y de facies rojizas con cantos soportados con matriz arcillo-arenosa (la meridional) que han aparecido en los frentes Este y Sur del área intervenida.
La Consejería de Cultura, de acuerdo con el equipo de directores de las excavaciones de Atapuerca, y a la vista de la localización de estas nuevas cavidades, ha interrumpido el desarrollo de las obras iniciadas a la espera de noticias sobre el descubrimiento. Dadas las especiales características que reúne el Espacio Cultural de la Sierra de Atapuerca y la riqueza patrimonial de sus vestigios arqueológicos, la Junta de Castilla y León está estudiando la posible modificación del proyecto de la nueva infraestructura que se venía ejecutando, o bien la localización de la misma en otras zonas del complejo arqueológico.

Localizan en Atapuerca "indicios" de homínidos anteriores al Antecessor


El equipo de investigadores de Atapuerca ha localizado en los niveles inferiores de la "Sima del elefante" algunos "indicios" de la presencia de homínidos anteriores a los restos del Homo Antecessor hallados en ese mismo yacimiento y que son los restos más antiguos de la evolución humana en Europa.
Uno de los codirectores de los yacimientos, Eudald Carbonell, ha precisado que se trata de restos de mamíferos y herramientas que indican la presencia de homínidos, por lo que confía que se termine confirmando a la "Sima del elefante" como "la cueva kárstica más importante de Eurasia".
El científico ha insistido en el deseo del equipo de que se pueda construir un puente en la parte inferior de este yacimiento que facilite el trabajo en el lugar donde han aparecido estos restos, que está bajo el nivel del suelo.
Carbonell ha realizado estas declaraciones a los periodistas tras la firma de un convenio anual con una empresa de calzado, que ha donado 250 pares de botas especialmente diseñadas para los participantes en las excavaciones.
El próximo año, uno de los trabajos que se afrontarán en Atapuerca es la "refundación" de las excavaciones en "La galería" que se prolongarán durante unos 8 años.
Carbonell ha precisado que se retirarán los sedimentos inertes del yacimiento y se realizará una excavación amplia, al tiempo que se "marcará" claramente la cueva y cuáles eran sus niveles para mejorar la comprensión del yacimiento por los visitantes.
En la misma línea de "mejorar la comprensión de todo el complejo kárstico de Atapuerca" durante este verano se está realizando un trabajo de topografía y escaneado que dirige Ana Ortega y que será la base de su tesis doctoral.
Se trata de elaborar un modelo en tres dimensiones de la forma que pudieron tener las cuevas antes de que fueran cortadas para construir la trinchera del ferrocarril que facilitó los descubrimientos posteriores de restos.

El rompecabezas de Atapuerca


Cada una de las piezas que los paleontólogos recogen cuidadosamente en las excavaciones puede contar una nueva historia. El equipo de Carretero ha realizado un estudio sobre el oído de Miguelón y ha descubierto que oía en las mismas frecuencias que nosotros y que su hueso hioides es idéntico al nuestro. "Si tenemos en cuenta la anatomía más las evidencias, y encima pensamos que arrojaban a sus muertos a un sitio especial", apunta Carretero, "nos sale un humano mucho más humano de lo que podíamos haber pensado hace unos años".
Todas las pruebas que se recopilan aquí están sirviendo para reconstruir el complicado rompecabezas de la evolución humana. Los restos aparecidos pertenecen a tres especies:Homo sp (el poseedor de la mandíbula de 1,2 millones de años aún sin clasificar), Homo heidelbergensis y Homo anteccesor. Ellos fueron los primeros habitantes de Europa y algunas evidencias apuntan a que pudieron venir de Asia y no de África como nosotros. También se cree que fueron los antepasados directos de los neandertales, o una especie hermana, aunque algunas características de estos humanos primitivos son "más neandertales que los propios neandertales", asegura Martinón.
¿Qué hacían aquí estos primeros hombres y cómo sobrevivían? En los depósitos de las cuevas han aparecido muestras de cómo despiezaban la caza, de los bisontes que se comían, las herramientas que usaban. "Atapuerca no deja de dar sorpresas", asegura María Martinón, "incluso a nosotros mismos". Ella estuvo presente el día en que se halló el diente de 1,2 millones de años, y supo que estaban ante un resto humano muy valioso. "Fuimos los que dimos a este muerto la bienvenida al mundo de los vivos", asevera. "Yo llevo aquí desde el año 86", relata Carretero, "y he vivido muchos momentos importantes. En la campaña del año 92 sacamos dos trozos de cráneo y el último día, cuando ya nos teníamos que ir, no nos resistimos a excavar una hora más. Ese día sacamos la cara de Miguelón".
Las excavaciones de Atapuerca son una especie de libro de memorias de los primeros hombres. A medida que los científicos bajan en los estratos van encontrando páginas más antiguas del libro, y lo mejor es que apenas hemos visto unas cuantas. "El macizo de Atapuerca contiene un auténtico amasijo entrelazado de cavidades", asegura el geólogo Josep María Parés. "La trinchera ha permitido ver solo una pequeña parte de estas cavidades, estamos rascando la superficie". "Llevamos más de 30 años excavando y apenas hemos encontrado un 5%", insiste Raúl López desde el interior de una de las excavaciones, "aquí hay futuro para generaciones y generaciones".

El misterio de la sima


Camino a la Cueva Mayor se contempla un paisaje no demasiado diferente del que vieron estos primeros europeos. Éste es el lugar donde se localizaron los primeros fósiles y está conectado al resto del entramado de cuevas. Ascendemos campo a través, entre encinas como las que un día fueron frecuentadas por leones y elefantes. "Desde aquí tenían una vista estratégica", señala José Miguel Carretero, paleontólogo y profesor de Prehistoria en la Universidad de Burgos, "como el valle es tan estrecho, podían ver dónde estaban las manadas y bajar a cazarlas".
Carretero tiene las llaves de la cueva y nos conduce a su interior después de abrir el gran portalón. En verano éste es un lugar plagado de voluntarios, pero ahora reinan la oscuridad y el silencio. La soledad de enero le da un aire inquietante, como si fuéramos los primeros en bajar. "Por ahí abajo", nos dice Carretero señalando un agujero negro y profundo en la roca, "se accede a la Sima de los huesos". En las profundidades de la sima los palentólogos han encontrado los restos de 28 individuos de Homo heidelbergensis junto a centenares de huesos de osos de las cavernas. "Es un gran misterio", asegura Carretero. "Creemos que esa acumulación tiene que haber sido producida por los propios seres humanos, que depositaban a sus muertos en lugares especiales".
Entre los restos encontrados está el conocido "cráneo número 5", una pieza a la que los investigadores bautizaron como "Miguelón". Carretero ha traído una reproducción de la pieza y nos muestra su estructura asombrosamente conservada, mucho mejor que la mayoría de restos de otras especies posteriores como el Neandertal. "Se le rompió un diente y esto le causó una infección", explica Carretero. "Fue tan grande que le deformó el hueso".
"Los dientes son las piezas más valiosas y que más información tienen", nos explica María Martinón, responsable del grupo de Antropología Dental del CENIEH, "son como paisajes en miniatura". Aquí se han estudiado más de 6.000 dientes de homínidos, 700 de ellos de los yacimientos de Atapuerca. El estudio de la dentadura de Miguelón les ha llevado a reconstruir su caso 500.000 años después de su muerte. "Miguelón sufrió un flemón",explica, "tenía una gran infección en una zona peligrosa de la cara, que podía ser incluso una causa de muerte general".
http://noticias.lainformacion.com/ciencia-y-tecnologia/ciencias-general/atapuerca-un-retrato-de-familia-de-un-millon-de-anos_6rqadwd6rbR70To71BVFy3/

No es habitual el uso de herramientas de hueso, pero se han encontrado ejemplos en otros yacimientos contemporáneos. En el de Castel di Guido, en el centro de Italia cerca de Roma, se han encontrado bifaces hechos con huesos de elefantes de la cultura achelense, "pero allí no había posibilidades de encontrar piedras apropiadas para fabricar herramientas". Gran Dolina tiene tanto materiales líticos en su interior como en sus alrededores, pero estos homínidos prefirieron emplear fragmentos óseos de bóvidos. Las incisiones observadas en los huesos al microscopio demostraron que la morfología de estas señales era similar a las que se observan en las piezas líticas. "Entendemos que el hueso se utilizaría de forma alternativa a la piedra y de forma puntual".
Entre las piezas de hueso localizadas en Atapuerca sobresale un retocador, destaca el Iphes, que servía de apoyo para presionar sobre el borde de las lascas de sílex y producir muescas de manera controlada. Simplificaba, en resumen, la producción de herramientas más elaboradas, como las raederas. Las raederas, explica Rosell, son piezas de uso diverso con un tamaño medio de entre 4 y 6 centímetros que, talladas, hacían los usos de un cuchillo. Este objeto fue utilizado posteriormente por los neandertales, 20.000 años más tarde, lo que lo convierte en uno de los más antiguos del mundo. También se ha encontrado una colección de huesos retocados como si fuera sílex, aunque se desconoce su uso.
Los investigadores pretenden ahora aprovechar la inminente apertura de actividades en Atapuerca para conocer más datos de los modos de vida de este colectivo de homínidos. "Siempre habíamos defendido que en el nivel 10 de Gran Dolina se habían instalado los grandes campamentos, pero claro, el nivel tiene tantos años de formación, más de 10.000, que en ese tiempo pueden haber pasado mil cosas",

Los homínidos de Atapuerca improvisaban herramientas con huesos hace 350.000 años

Hace 350.000 años, algún grupo de homínidos que pasó por Gran Dolina, en el yacimiento burgalés de Atapuerca, debió pensar que, para el tiempo que iban a pasar en la cueva, era mejor utilizar como herramientas los huesos de los bóvidos que acababan de cazar que salir al exterior en busca de piedras para ese propósito.

Atapuerca, cuando se tiene un nombre cargado de historia

Estamos ya en la Sierra de Atapuerca. Este cerro se eleva sobre el valle fluvial del río Arlanzón. La posición geográfica de la colina la hace fácilmente accesible desde los diferentes ecosistemas que la rodean, de hecho sirve de conector entre la cuenca delDuero y la del Ebro, la Cordillera Cantábrica al Norte y la Sierra de la Demanda al Sur. 

Además recibe las aguas de un río por lo que disfrutaremos de la abundante fauna y la flora de la zona. Las encinas y los quejigos tapizan el lugar y las rapaces, los jabalíes, los zorros y otras especies pueblan estos bosques.

Ibeas de Juarros es conocido fundamentalmente por los famosos yacimientos pero también tiene otros restos arqueológicos que no debemos perdernos, los túmulos (amontonamientos de tierra y piedras que cubren un enterramiento).

Atapuerca, cuando se tiene un nombre cargado de historiaSeguimos nuestra ruta por esta sierra donde se ha encontrado el yacimiento arqueológico más importante de Europa no sólo por la amplia visión de cómo evolucionaron los homínidos, sino también por el amplio número de piezas que contiene. 

En la Cueva Mayor vivieron hastahace unos 10.000 años un grupo de hombres que se alimentaban de lo que cazaban y recolectaban. Como testimonio de su existencia nos han dejado pintada en una roca una cabeza de caballo. La Cueva fue usada miles de años después por otro grupo como santuario, rendían culto a alguna divinidad a laque parece, por los restos hallados, le gustaban las vasijas y los animales domésticos como los cerdos y las ovejas. Un poco más adentro habitó otro clan del que se sabe que murieron jóvenes. En su vivienda también se refugiaban animales, osos y leones que se adentraban en Atapuerca para pasarel invierno poniendo en peligro las vidas humanas.

Los hombres y mujeres que sobrevivían en aquella época eran los más fuertes. Por eso los huesos encontrados en la Cueva Mayor corresponden a personas sanas y robustas. Como en los casos anteriores se alimentaban de lo que cazaban y recolectaban.

En la zona de la Galería encontramos la “cubertería” prehistórica. Piedras esculpidas les servían para cortas las piezas de caza. Pero eran tiempos duros y cuando una presa caía en sus manos tenían que aprovecharlas, tanto las que cazaban como las que caían casualmente en las cuevas.Los caballos, bisontes, leones, cualquiera era bueno para despojarlos de sus pieles o usar como utensilios sus huesos y tendones; todo tenía un uso posible. 

Pasemos a la Cueva del Compresor. El lugar está acondicionado para el tránsito de los visitantes y a lo largo del recorrido se han instalado puntos informativos y reproducciones de las piezas halladas más interesantes. Feroces animales y salvajes prehistóricos se mostrarán ante nosotros. Hemos entrado en “El viaje de Nuestros Antepasados ” un sorprendente audiovisual que mezcla sonidos e iluminación.

Las piezas de Atapuerca son vitales para el conocimiento de la evolución, los restos vistos hasta ahora pertenecen a antepasados que todavía no eran hombres tal y como somos actualmente. En la Gran Dolina aparecen vestigios de tribus antropófagas ya que junto a la osamenta de animales básicos para la nutrición hay huesos de humanos. Nuevos utensilios, las piedras eran buenos cuchillos en una etapa en la que nunca se estaba totalmente a salvo de los animales. En el yacimiento del Elefante usaron las piedras calizas del terreno para fabricar armas. 

Todos estos individuos, de aspecto bastante diferente al nuestro, conocieron un clima y un paisaje diferente al que hoy día rodea la cueva. Por algunos de los hallazgos sabemos que alternaban épocas de intenso calor con otras de mucho frío, por ello se refugiaban los animales en las cuevas. El ambiente era cálido y húmedo y tenían como vecinos especiesabsolutamente exóticas como panteras y rinocerontes.

Las visitas a las cuevas debemos hacerla en un grupo guiado. También, en el mismo pueblo de Atapuerca, nos divertiremos en el Parque Arqueológico donde aprenderemos cómo vivían los hombre prehistóricos y qué técnicas conocían, además la visita es interactiva por lo que participaremos en sus actividades.

Ibeas de Juarros, un collage de restos

Estamos ya en la Sierra de Atapuerca. Este cerro se eleva sobre el valle fluvial del río Arlanzón. La posición geográfica de la colina la hace fácilmente accesible desde los diferentes ecosistemas que la rodean, de hecho sirve de conector entre la cuenca delDuero y la del Ebro, la Cordillera Cantábrica al Norte y la Sierra de la Demanda al Sur. 

Además recibe las aguas de un río por lo que disfrutaremos de la abundante fauna y la flora de la zona. Las encinas y los quejigos tapizan el lugar y las rapaces, los jabalíes, los zorros y otras especies pueblan estos bosques.

Ibeas de Juarros es conocido fundamentalmente por los famosos yacimientos pero también tiene otros restos arqueológicos que no debemos perdernos, los túmulos (amontonamientos de tierra y piedras que cubren un enterramiento).

Burgos, el principio de España a pocos kilómetros del origen del hombre

La capital de la provincia se encuentra a 15 kilómetros de los yacimientos que enfocan nuestra ruta. Burgos lleva a gala ser la cuna de Castilla puesto que fue la capital del reino. En esta ciudad tenemos muchos monumentos que visitar antes de partir hacia nuestro pasado. Echemos la vista atrás poco a poco y detengámonos en el medioevo, momento en que se gesta Castilla y posteriormente España.

Comencemos con la catedral, obra maestra de la arquitectura gótica española. Está construida con piedra blanca caliza y en su interior reposan los restos de personajes destacados dela Edad Media, como el Cid o Fernán González.

También góticas son algunas de sus iglesias principales entre ellas, San Esteban, San Lesmes y San Nicolás. Y no podemos despedirnos de tan bella ciudad sin haber dado una vuelta por el monasterio de las Huelgas y la Cartuja de Miraflores.

Diente humano

También apareció un fragmento óseo, y junto a él un segundo premolar inferior algo gastado de un homínido de quizá unos 20 ó 25 años de edad. El hallazgo de restos humanos en Atapuerca es bastante habitual, pero nunca se habían encontrado en la Sima del Elefante, y nunca se había localizado un resto humano en un nivel tan antiguo como el nivel nueve. Ese diente es el más antiguo nunca encontrado en Europa.

Industria lítica


Esta hipótesis está reforzada por la industria lítica hallada junto al fósil. Según el arqueólogo Eudald Carbonell son herramientas talladas bajo el modo europeo, mientras que hace un millón 200.000 años los homínidos africanos habían evolucionado hacia otro modo de fabricación de útiles.

Genuinamente europeo

José María Bermúdez de Castro confirmó que son los restos homínidos más antiguos hallados hasta la fecha en Europa, lo que descarta una de las teorías barajadas por los expertos, según la cual los pobladores del viejo continente llegaron de África a través del corredor de Palestina: «El Homo Antecessor, en principio, no tendría un origen africano, sería una especie genuinamente europea», subrayó el investigador, quien añadió que «ahora lo que tenemos que averiguar es cuál es su destino». Y se preguntó: «¿Fue el origen de los neardentales y de las poblaciones modernas? La respuesta deja todas las posibilidades abiertas, aunque esa línea es clave: «Sigue siendo una hipótesis que hay que contrastar, pero naturalmente hay otras muchas también que deben trabajarse».

Los restos de Atapuerca suponen una revolución sobre el origen de los europeos

Los últimos descubrimientos 'arqueopaleontológicos' en Atapuerca implican una nueva mirada a la hora de reconstruir los orígenes de la humanidad, sobre todo por la relevancia de los fósiles aparecidos en torno al pleistoceno medio. «Los restos óseos de hace 1,2 millones de años suponen una revolución de las teorías sobre los primeros pobladores de Europa», afirmó el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga. «Estamos hablando de un descendiente directo».

Los tres codirectores del yacimiento de la Sierra de Burgos, Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, coincidieron en afirmar que la mandíbula hallada en la última campaña de excavaciones corresponde a un antepasado del hombre. Después de treinta años de trabajo consideraron que el yacimiento arqueológico de Atapuerca, declarado por la UNESCO en el año 2000 Patrimonio de la Humanidad, es el proyecto más importante del mundo en el estudio sobre la evolución.

Juan Luís Arsuaga, situó el fósil descubierto en la Sima del Elefante entre la especie 'Antecessor', siendo un antepasado directo del 'Homo' actual. «Todos deseamos que la especie que hemos encontrado sea antepasada directa, no un tío abuelo». Para Arsuaga la conclusión es rotunda: «El Homo Anteccesor de esta mandíbula es el mejor candidato para ser nuestro antepasado directo de hace un millón de años. Al filo del millón de años no hay mejor candidato para ser no un pariente lejano, no un tío-abuelo, sino el antepasado directo, el padre de nuestro padre».
http://www.diariodeburgos.es/noticia.cfm/Vivir/20111126/hominidos/sima/huesos/hermanos/neandertales/A37D660A-DB25-5C40-C418D3FD8C295AE6
Los homínidos de la Sima de los Huesos podrían ser una especie ‘hermana’ de los neandertales, aunque diferente a éstos, según el estudio detallado de los más de 500 dientes fósiles hallados en este yacimiento de la Sierra de Atapuerca (Burgos), publicado en la revista Journal of Human Evolution por el Grupo de Antropología Dental del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh).+ info

martes, 29 de mayo de 2012

Los tipos de industria lítica

Tipo 1 o industria Olduvayense. Apareció en África hace 2.500.000 años. Se encuentra en la Gran Dolina y a él pertenecen las herramientas más simples, toscamente trabajadas, fabricadas para realizar trabajos primarios, como lascas sin retocar (fragmentos de piedra desprendidos durante la talla), cantos de cuarcita trabajados unifacialmente (“choppers”) y cantos bifaciales simples (“chopping tools”). 

Tipo 2 o industria Achelense. Apareció en África hace 1.600.000 años, se extendió por Eurasia y llegó a Europa hace 500.000 años, hasta hace 200.000-150.000 años.Se encuentra en Galería y se caracteriza por la técnica de talla radial, para elaborar bifaces, cantos tallados bifacialmente a modo de hachas, hendedores, picos, lascas grandes, etc. 

Tipo 3 o industria Musteriense. Es la industria lítica del Pleistoceno Medio, asociada a los neandertales. Aparece en la Gran Dolina y se caracteriza por unas herramientas con cierta complejidad técnica fabricadas con la llamada “técnica Levallois”, dirigida a la producción sistemática de lascas no retocadas con formas estandarizadas procedentes de núcleos previamente trabajados. Posteriormente se retocan para fabricar útiles de pequeño formato, como lascas y puntas, así como otras herramientas de pequeño y mediano formato, como denticulados y raederas.

Industria lítica en Atapuerca

 
Se llama “industria lítica” a un conjunto de utensilios de piedra derivadas de la actividad humana, que aparecen asociados a un lugar y tiempo determinados.


Hasta hace unos años se pensaba que una de las grandes diferencias entre el ser humano y primates como los gorilas o los chimpancés, era que el primero usaba herramientas. Pero investigaciones posteriores demostraron que los chimpancés son capaces de utilizar herramientas, e incluso de modificarlas para emplearlas en determinadas tareas, y de transmitir estos conocimientos de generación en generación. Sin embargo, nuestros antepasados eran capaces de utilizar herramientas para fabricar otras herramientas. Elaboraban formas diseñadas para funciones específicas, con tipologías diferentes según su técnica de fabricación y su función, y afilaban sus herramientas para sacarles el máximo rendimiento.

Hace 2.500.000 años empezaron a utilizar como materia prima la piedra de diferentes tipos, según la herramienta que se quisiera conseguir; por ejemplo,  para conseguir mejores filos se utilizaban piedras como el sílex, la cuarcita o la obsidiana. En Atapuerca se han encontrado herramientas hechas principalmente en sílex y cuarcita y, en menor medida, en cuarzo y arenisca. 


Modo 2 o industria Achelense. Apareció en África hace 1.600.000 años, se extendió por Eurasia y llegó a Europa hace 500.000 años, hasta hace 200.000-150.000 años.Se encuentra en Galería y se caracteriza por la técnica de talla radial, para elaborar bifaces, cantos tallados bifacialmente a modo de hachas, hendedores, picos, lascas grandes, etc. 

Modo 3 o industria Musteriense. Es la industria lítica del Pleistoceno Medio, asociada a los neandertales. Aparece en la Gran Dolina y se caracteriza por unas herramientas con cierta complejidad técnica fabricadas con la llamada “técnica Levallois”, dirigida a la producción sistemática de lascas no retocadas con formas estandarizadas procedentes de núcleos previamente trabajados. Posteriormente se retocan para fabricar útiles de pequeño formato, como lascas y puntas, así como otras herramientas de pequeño y mediano formato, como denticulados y raederas. 

El menú de Atapuerca

    Una tesis doctoral presentada en Tarragona demuestra que hace 300.000 años, el menu de los habitantes de Atapuerca ya incluia una gran variedad de animales. Se alimentaban tanto de animales de gran tamaño como elefantes, rinocerontes,etc; como de animales de pequeño tamaño como aves, conejos,etc. La adaptación al medio, el patrón ocupacional y la diversidad de comportamientos favorecieron esta capacidad.
   Los estudios incluyen muestras de pequeños animales (aves, tortugas, conejos) como grandes, medios y pequeños ungulados (elefantes, rinocerontes, caballos, ciervos, etc.); al igual que carnívoros (leones, zorros o linces).

viernes, 18 de mayo de 2012

El sexo en Atapuerca


Al penetrar a Oxun, Saboaba aún tenía las manos y la boca manchados de sangre. Antes de la puesta de sol, los hombres llegaron desde la Gran Dolina con el corazón bombeando como un tambor excitado. Durante varias horas, en un festival caníbal, habían desgarrado con ayuda de afiladas piedras y sus propios dientes la carne de seis miembros de otra tribu. Entre ellos había dos niños. Saboaba guardó un pedazo de carne fresca para entregárselo a Oxun, que le esperaba. Ella le dio a cambio algunos frutos recién recolectados. Saboaba era más corpulento que Oxun y, en su desnudez, ella buscaba el calor de aquel macho vigoroso de casi 1,80 m de estatura. Saboaba y Oxun copulaban tres y cuatro veces cada día, durante todo el año, y siempre lo hacían mirándose a los ojos.
A la luz de la lunaAquella noche, el placer del orgasmo elevó a las estrellas el grito de Oxun, y Saboaba se estremeció apretando con sus manos las deleitosas caderas de su hembra. Un olivo silvestre, en la ladera del río, fue el escenario de su amor durante cuatro años, el tiempo en que nació y creció su hijo. Después, Saboaba se marchó. En aquellos días, hace 800.000 años, el ambiente era húmedo y cálido en Atapuerca…

“Por la ruta de la evolución: Atapuerca y el MEH”


En una jornada organizada bajo el lema, “Por la ruta de la evolución: Atapuerca y el MEH”, el próximo 2 de junio, se pretende fomentar el acercamiento entre los profesionales de la información y el entorno de los yacimientos burgaleses declarados Patrimonio de la Humanidad

El Sistema Atapuerca, El Museo de la Evolución Humana (MEH), la Asociación de Periodistas de Burgos y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) organizan la I Jornada para periodistas y divulgadores de ciencia, que tendrá lugar el próximo 2 de junio de 2012, con carácter gratuito.

 Bajo el lema, “Por la ruta de la evolución: Atapuerca y el MEH” se pretende fomentar el acercamiento entre los profesionales de la información y el entorno de los yacimientos burgaleses declarados Patrimonio de la Humanidad.

 En tres mesas redondas, periodistas y gestores de los distintos elementos del sistema Atapuerca analizarán el concepto de “espacio de cultura”; la imagen de los yacimientos en los medios de comunicación y la proyección social del MEH. Los asistentes y sus acompañantes, para quienes se ha diseñado un programa especial de actividades, podrán visitar a lo largo de la jornada los distintos enclaves del Sistema Atapuerca, que incluye los propios yacimientos, los dos centros de recepción de visitantes de Atapuerca e Ibeas de Juarros; el parque arqueológico y el Museo de la Evolución Humana de Burgos, con cuya visita guiada concluirá la jornada.

 La I Jornada para periodistas tendrá como antesala, el viernes día 1, el encuentro organizado por Amazings y el MEH denominado Amazings Atapuerca, en el que destacados divulgadores científicos expondrán algunos de los planteamientos actuales relacionados con la evolución. Para este evento, igual que para la jornada del sábado, es necesaria inscripción previa, que será confirmada posteriormente dado que el número de plazas es limitado.

Gigantopithecus blackii

Hace años que muchos científicos ven detrás de estos gigantescos primates unos fósiles en concreto, los del Gigantopithecus blackii. Ahora, un científico canadiense ha datado algunos de los restos, para llegar a la conclusión de que estos enormes simios, de más de tres metros de altura, convivieron con el hombre hace unos 100.000 años. El primate más grande jamás encontrado habitó en el Asia suroriental hace un millón de años, y hasta ahora se creía que nunca había llegado a convivir con los humanos. Pero las investigaciones realizadas por el doctor Jack Rink, de la Universidad de McMaster, en Ontario, sitúan a este orangután hace tan sólo 100.000 años. Una época en la que los Homo Sapiens comenzaban a sustituir a los Homo Erectus en esta zona. Y quizá fueran estos seres primitivos los que comenzaron a trasmitir la leyenda de esos orangutanes de un tamaño enorme que aún hoy pasa de padres a hijos en muchas localidades de Asia. El primero en encontrar restos de este enorme primate fue el paleontólogo holandés G. H. Von Koenigswald, que en 1935 encontró en una farmacia-herbolario de Hong Kong una muela amarillenta entre los "huesos de dragón" que tenían a la venta. En la cultura tradicional china, los denominados ‘huesos de dragón’ -restos de fósiles, básicamente dientes- tienen un enorme poder curativo, por lo que su obtención y comercialización es muy frecuente. Fue entonces cuando, tras investigar la procedencia de este raro diente, los arqueólogos dieron con varios yacimientos en China donde encontraron restos de lo que catalogaron como Gigantopithecus blackii, un simio de unos tres metros de altura, 450 kilos de peso y dieta estrictamente vegetariana. Durante unos 80 años, científicos de todo el mundo han estudiado los fósiles -poco más que unos colmillos y mandíbulas- para tratar de averiguar si esta enorme especie de primate estaba relacionada con los primitivos seres humanos. Ahora el geocronologista Rink ha utilizado una tecnología de absoluta precisión para datar esos dientes, y llegar a la conclusión de que pertenecen a animales que pudieron convivir con hombres. "Era la pieza que faltaba en el puzzle, determinar que estos primates realmente coexistieron con humanos en una época en la que éstos estaban viviendo cambios gigantescos", señaló el científico. Según el paleobiólogo español José María Bermúdez de Castro, hace "unos 100.000 años los Homo Erectus que ya habitaban esas regiones asiáticas comenzaban a ser sustitudos por los Homo Sapiens". "La talla de estos molares, de una pulgada de ancho, nos permite determinar que se trataba de unos primates de gran tamaño", aseguró el doctor Rink. Ahora, su equipo de científicos trata de averiguar si unos fósiles encontrados en Tailandia son también de Gigantopithecus blackii, lo que podría atestiguar que estos primates se extendieron por otras zonas de Asia. Para datar los fósiles, Rink ha utilizado técnicas de alta precisión como la resonancia de ‘electro espin’ (ESR), la misma que se utiliza en yacimientos como el de Atapuerca, precisamente "por su gran fiabilidad y precisión para poner fecha a fósiles muy antiguos", según confirmó Bermúdez de Castro. El análisis de los colmillos ha permitido además a Rink confirmar que estos orangutanes se alimentaban de vegetales, especialmente bambú.

los primeros homínidos en Atapuerca


La caverna del ADN



En el yacimiento de Galería, vinculado al de la Gran Dolina, dos grupos de investigadores se manejan entre redes y andamios, uno de ellos localizando restos de bóvidos y bisontes e industria lítica fabricada en sílex y datados en 360.000 años. «Próximamente vamos a acceder a niveles más desconocidos, con una antigüedad cercana al millón de años. En esta zona las ocupaciones humanas eran de poca entidad», expone Andreu Ollé, responsable de los trabajos.
El itinerario de rastros prehistóricos prosigue ascendiendo por una zona boscosa que conduce a la Cueva Mayor, un sistema de cavidades subterráneas en cuyo interior han aparecido restos desde el Neolítico a la Edad del Bronce, así como pinturas, grabados, y objetos diversos. Varios reflectores iluminan los trabajos de esta caverna gigantesca que da acceso a las Galerías de las Estatuas y el Sílex, a la Sala de los Cíclopes, al Salón del Coro y a la Sima de los Huesos.
«Este yacimiento es como una pirámide, un enorme cono en cuyos sedimentos aparecen restos desde el período Neolítico hasta épocas romanas y medievales. Aquí ha habido siempre gente viviendo, es una gruta enorme; abajo están los niveles del paleolítico, pero no sé cuándo llegaremos», resume Juan Luis Arsuaga, codirector del yacimiento de Atapuerca, más que satisfecho de las investigaciones sobre ADN realizadas en esta gruta. Como muestra de lo costoso que resulta aquí excavar y encontrar fósiles humanos cuenta que encima de ellos se apilan unos trescientos esqueletos de osos acumulados a lo largo de miles de años. «Espero llegar excavando a la mitad de la Sima de los Huesos antes de morirme», bromea esperanzado.

Atapuerca desvelará qué homínido pobló Europa hace 1,5 millones de años


En sus fósiles enterrados en cuevas y estribaciones, la sierra burgalesa de Atapuerca esconde respuestas a enigmas del pasado más remoto de la especie humana en Europa. Y será en esta década cuando las excavaciones ayuden a resolver algunas incógnitas, como qué especie de homínido pobló el continente hace 1,5 millones de años. La afirmación la hizo ayer Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca, durante una visita que sirvió para dar por concluidas las infraestructuras que rodean el Museo de la Evolución Humana, el Centro Nacional Sobre la Evolución Humana (CNIEH) y las intervenciones en algunas zonas de los yacimientos. «En los próximos años -auguró- vamos a asistir a una reactivación de los yacimientos y de las investigaciones que nos permitirá saber qué especie de homínido pobló Europa hace 1,5 millones de años».
La construcción de una plataforma sobre la Trinchera del Ferrocarril -trazado del tren minero levantado a finales del siglo XIX para unir la Sierra de la Demanda con Burgos- ha ampliado la zona de excavación del yacimiento de la Sima del Elefante de 27 a ochenta metros cuadrados y acorta la brecha a descubrimientos de gran calado.
En este lugar se han localizado restos del homínido más antiguo de Europa con 1,3 millones de años y de una especie aún por determinar. «En el nivel 9 encontramos restos humanos y cuando excavemos por debajo aparecerán más restos y más antiguos pero no sabemos cuánto más antiguos», explica Rosa Huguet, responsable de los trabajos en la Sima del Elefante.
La construcción de este puente con planchas metálicas ha sacado a la luz una docena de traviesas de la vía del tren minero, cuya construcción hizo posible el descubrimiento de los yacimientos a mediados del siglo XIX.
«En los próximos diez años las excavaciones van a tener mucha fuerza, se van a resolver muchas incógnitas», vaticina Eudald Carbonell, reseñando que bajo la Trinchera del Ferrocarril se hallan tres tipos de homínidos de hace 1,3 millones de años, 900.000 años y 300.00 años.
Recuerda el codirector de Atapuerca que cuando llegaron hace tres décadas a los yacimientos, dirigidos entonces por Emiliano Aguirre, «había dos fósiles y ahora hay miles» que permiten explicar la evolución humana en el planeta, aunque esto es solo el principio de la resolución de grandes enigmas. «Dentro de cien años se seguirá excavando con nuevas tecnologías, se van a encontrar restos biológicos y vegetación que harán posible conocer cómo ha sido la evolución del planeta».

ATAPUERCA: ARCO IRIS DE LA EVOLUCIÓN HUMANA

En esta exposición de acuarelas, están presentes de forma recurrente los lugares, los hallazgos, la actividad humana y los animales y plantas que conviven con las excavaciones arqueológicas de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca. 
Fernando Fueyo, aporta una visión inédita, siendo capaz de sintetizar con su pintura los sentimientos y el rigor de los que investigan y defienden los recursos naturales, al mismo tiempo que descubre la plasticidad y belleza que rodea el proceso de investigación del conocimiento sobre la evolución humana.
Fernando Fueyo (Vilaller, Lleida, 1945) está considerado como uno de los más destacados ilustradores científicos de naturaleza de España y colabora en varias publicaciones. Desde hace 30 años desarrolla un ingente trabajo de divulgación y defensa del patrimonio natural. Ha publicado libros y cuadernos divulgativos, de viajes e ilustraciones científicas y ha expuesto su obra en Japón, Alemania y Portugal. Cuenta con, entre otros, los premios internacionales de la Sociedad Científica de la Ciencia y la Ilustración y de la Sociedad Geográfica Nacional.
Además de libros y cuadernos divulgativos, de viajes e ilustraciones científicas, Fernando Fueyo ha expuesto su obra en Japón, Alemania y Portugal. Ha sido distinguido con diversos premios internacionales como el de la Sociedad Científica de la Ciencia y la Ilustración. También ha sido galardonado con el premio de la Sociedad Geográfica Nacional.

jueves, 17 de mayo de 2012

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Hallan la cadera de un homínido minusválido en Atapuerca


Un artículo difunde el estudio realizado en las vértebras lumbares de un Homo Heidelbergensis que vivió en Atapuerca, y que tenía tales lesiones que "limitaban su movilidad y hacían imposible que cazara". Aún así vivió hasta los 45 años.

Los investigadores de Atapuerca creen que los homínidos que vivieron en la sierra hace medio millón de años eran solidarios y ayudaban a los individuos que tenían problemas, según ha informado Alejandro Bonmatí, primer autor de la investigación que publica este domingo la revista científica PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences of de United States of America).
El artículo difunde el estudio realizado en las vértebras lumbares de un Homo Heidelbergensis que vivió en Atapuerca, y que tenía tales lesiones que "seguramente limitaban su movilidad y hacían imposible que cazara". La hipótesis del equipo investigador es que, igual que ocurre en las sociedades actuales de cazadores-recolectores, este individuo se tendría que quedar en la aldea y ayudar a las mujeres.
La teoría se corresponde con la aparición también en Atapuerca de un cráneo infantil con evidencias de una lesión severa que implicaba una discapacidad, pese a lo cual vivió varios años. Las vértebras lumbares que se analizan en el estudio se encontraron hace veinte años y han sido examinadas por un equipo que forma parte del grupo de investigadores que lidera uno de los tres codirectores de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga.
Bonmatí ha explicado que la primera dificultad se encuentra en la extracción de los restos, que fueron encontradas en la Sima de los Huesos, una zona de los yacimientos de Atapuerca de acceso muy complicado en la que se han localizado 6.000 fósiles humanos.
En esa abundancia radica la segunda dificultad, dado que existe también un elevado número de restos de osos, que en ocasiones son difíciles de distinguir, y luego hay que intentar determinar a qué individuo corresponde, ya que pertenecen al menos a veintiocho.
En este caso, no sólo se han podido encajar las vértebras lumbares, sino que se ha establecido su correspondencia con una pelvis cuyos detalles ya se publicaron en 1999 y que actualmente se muestra en el Museo de la Evolución Humana (Burgos), donde se conoce popularmente con el nombre de la "Pelvis Elvis".
De los datos obtenidos de la investigación de estos fósiles se ha deducido que corresponden a un individuo de más de 45 años, "posiblemente más de 50", según Bonmatí, de gran corpulencia, con una estatura de entre 170 y 174 centímetros y unos 90 kilos de peso "con una musculatura muy potente".
El científico ha explicado que se trata de una edad muy avanzada para la época, porque "la tasa de envejecimiento era mucho mayor que ahora", los factores ambientales hacían que la vida fuera muy dura y peligrosa y la propia corpulencia del individuo suponía un factor de desgaste.
Aunque hasta ahora no se han encontrado en Atapuerca restos de pelvis femeninas completas, el equipo de investigadores ha comparado los restos de este individuo con los de féminas encontradas en otros lugares del mundo, lo que ha confirmado que ya en esa época existía un claro "dimorfismo" (diferencia) entre varones y hembras.
Se considera también que, igual que ocurre con el resto de primates, el parto sería difícil, "aunque quizá no tanto como actualmente", porque la cabeza es muy grande en relación con el cuerpo y hay dificultades para que salga por el canal del parto.

Hallan una mandíbula en Atapuerca que podría ser de una nueva especie



Una nueva mandíbula salió de las profundidades de la sierra burgalesa de Atapuerca hace cuatro años.Los primeros análisis certificaron que pertenecía a un homínido que habitó la zona hace 1.300.000 años. Pero desde entonces los científicos han exprimido al máximo su información oculta.


Aunque en un principio se le atribuyó a un Homo Antecessor los hallazgos hacen pensar que podríamos estar ante una nueva especie.
Las dudas de los responsables de Atapuerca se irán consolidando conforme vayan apareciendo nuevos restos en la Sima del Elefante. De entrada esta teoría podría cambiar algunos planteamientos sobre los orígenes de aquellos homínidos.
Por el momento es sólo una hipótesis de trabajo publicada en una prestigiosa revista, que no ha caído bien entre algunos científicos anglosajones. Atapuerca vuelve a pedir paso como enclave imprescindible en el mapa del viaje de la evolución humana.

Anfibios y reptiles de hace 300.000 años


El equipo de investigación de Atapuerca ha descubierto 784 elementos que corresponden a 77 especímenes de anfibios y reptiles.

Mandíbula fósil de una musaraña de hace un millón de años
El equipo de investigación de Atapuerca ha descubierto la mayor diversidad de anfibios y reptiles fósiles de la historia del yacimiento de la sierra burgalesa en un mismo nivel durante las campañas de excavaciones de 2001 al 2004.

En este nivel se han encontrado 784 elementos correspondientes como mínimo a 77 especímenes de anfibios y reptiles que vivieron hace unos 300.000 años. Entre los 77 hay también una salamandraocho ranas y saposuna tortuga terrestretres lagartos y cuatro serpientes. Excepto las tortugas, todas las especies representadas viven aún en Burgos y, por lo tanto, ya tenían un aspecto moderno.

Un hecho insólito en el que se han hallado restos de un tritón palmeado, de la misma época, lo cual se convierte en el más antiguo de toda la Península Ibérica.

El equipo de investigación estima que los especímenes encontrados se corresponden al 64% con las especies que viven actualmente en los alrededores de la sierra de Atapuerca, concretamente con un grado de coincidencia del 81% de los anfibios y el 47% de los reptiles.
Todo la investigación está recogidoa en un artículo, publicado en la revista Geobios, cuyo autor principal es Hugues-Alexandre Blain, investigador del Instituto de Prehistoria IPHES de Cataluña.